Notas recomendadas

Un sauna en nuestro propio hogar

Como tomar un sauna

Los caracterïsticos baños sauna se toman en cuartos de madera, tanto sus paredes como los asientos se construyen de este material.

El sauna contienen una estufa alimentada originalmente con leña, hoy con electricidad. ésta calienta piedras, a las que se arroja agua para generar vapor, intensificar el calor y estimular la transpiración. El calor dilata los vasos capilares de la piel para mantener la presión sanguínea, que en un principio tiende a disminuir. El ritmo cardiaco aumenta hasta multiplicarse por dos y hasta por tres. Esto se traduce en un incremento de la circulación en la superficie de la piel, parecido al que se origina cuando caminamos rápido.

Quienes padecen hipertensión o cardiopatías deben consultar con su médico antes de comenzar con las sesiones de sauna

Como tomar un baño sauna

Desde el momento en el que entramos en el sauna, el cuerpo experimenta una serie de reacciones. Las primeras son la transpiración y la hidroforesis (apertura de los poros de la piel). Como consecuencia se produce la eliminación de toxinas y una limpieza de la epidermis en profundidad.

Después, la elevada temperatura y el grado de humedad estimulan el riego sanguíneo y la regeneración de las células, lo que significa que el sauna puede ayudar a aliviar varias enfermedades cutáneas y respiratorias. La concentración de calor resulta también positiva para el sistema cardiovascular, dado que el corazón, al adaptarse a la vaso dilatación, bombea más fuerte y por tanto se favorece la circulación. De igual modo, las altas temperaturas influyen en las terminaciones nerviosas, provocando una ralentización de los impulsos sensitivos que van de la piel al cerebro.

Resultado: el individuo experimenta una relajación, en la que radica el efecto antiestres del sauna. Por último, la combinación de calor con un aceite de acción terapéutica (mentol o eucalipto), actúa de forma muy positiva en los bronquios y el sistema respiratorio en general.

No es recomendable para todos

El sauna puede resultar ser peligroso para quienes padecen determinadas enfermedades del corazón, ya que sudar abundantemente provoca que se concentren también los fluidos corporales, por lo que la sangre se torna más densa y esto puede provocar un ataque cardiaco. Por ello, los especialistas recomiendan tanto en caso de hipertensión como en personas cardiópatas consultar con el médico la conveniencia o no de acudir a un sauna. Asimismo, hay estudios médicos que advierten de que el abuso de las sesiones de sauna puede ser perjudicial para la vida sexual. Esta conclusión se fundamenta en que el calor del sauna puede reducir drásticamente la cantidad y calidad del semen masculino, y en el caso de las mujeres, ocasionar fuertes hemorragias menstruales e incluso el interrumpir la ovulación. Otro dato muy importante arrojan estudios realizados en EEUU, que demuestran que los bebés nacidos de mujeres que utilizan el sauna con frecuencia presentan el doble de probabilidades de padecer espina bífida, a consecuencia del excesivo calentamiento del útero. Por ello, se advierte de que la mujer embarazada no debe acudir a saunas y quienes planeen quedarse embarazadas deberan limitar cada sesión a 15 minutos entre periodos de enfriamiento.

la combinación de calor con un aceite de acción terapéutica (mentol o eucalipto), actúa de forma muy positiva en los bronquios y el sistema respiratorio en general.

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